El Peso De Las Palabras

Dania Jekel, Executive Director, and Sonia Janks, Contributing Editor
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Hace unos años, llevé y acompañé a un miembro de la comunidad de 85 años de edad, a la que llamaré Alice, para que le hicieran una tomografía en un hospital local. Mientras el técnico nos contaba el procedimiento, él me hablaba directamente a mí, incluso cuando Alice preguntaba algo, él seguía mirándome. Sentí que esto era muy irrespetuoso con Alice, así que le dije y le hice saber al técnico que era Alice y no yo, quien se estaba haciendo la tomografía. No estoy segura si fue su edad o su autismo (o ambos) la causa por la cual el técnico ignoró a Alice, pero no es la primera vez que he visto este tipo de comportamientos, tanto en mi vida profesional como en la personal. 

Así que mientras entrevistaba a Nik sobre artes marciales para el boletín de este mes, me llamó la atención la forma en la que habló sobre su interacción con su entrenador en relación con otros profesionales que se había encontrado. Dijo, “Bueno, mi entrenador principal fue una de las primeras personas que verdaderamente me habló como a una persona normal en vez de tratar de entenderme como a alguien dentro del espectro. Es útil que alguien tenga una conversación conmigo como lo haría con cualquier otra persona, en comparación con otros trabajadores sociales que suelen decirme: “De acuerdo, Nik, ¿qué vamos a hacer ahora?”.

Como trabajadora social, el comentario de Nik me impactó. Esto pone de manifiesto las diferentes formas en que aquellos de nosotros que somos neurotípicos podemos inintencionadamente decir o hacer cosas que parecen condescendientes, irrespetuosas o que invalidan a alguien en el espectro. Sin darnos cuenta de lo que estamos haciendo, podemos transmitir mensajes sin advertir que quizás sean incorrectos o hirientes. Éstos son un tipo de microagresiones y pueden llegar a tener un fuerte impacto en las personas que los experimentan.

Estos sutiles mensajes, cuando ocurren una vez, y otra, y una vez más, pueden interiorizarse y crear un efecto negativo sobre la percepción de sus habilidades y desgastar su autoestima. Refuerza los estereotipos perpetuando mensajes falsos y dañinos sobre las diferencias neurológicas. 

Aquí, algunas de las microagresiones más comunes de las que he sido testigo o he escuchado constantemente a los miembros de nuestra comunidad:

  • No hablar directamente a la persona.
  • Usar actitudes o lenguajes paternalistas o condescendientes. (tales como, “Entiendo tu malestar, pero tienes que crecer y aprender a aceptar los retos de la vida” o “Cuando crezcas, lo entenderás”).
  • Tomar decisiones o hacer cosas para alguien más, sin ni siquiera preguntarle.
  • Hacer conjeturas sobre la habilidad de alguien solo porque son autistas. (por ejemplo decir, “Deberías sumar la cuenta porque la gente como tú sois buenos en matemáticas” o hablar de manera lenta cuando conoces a alguien que es autista, asumiendo que tienen un procesamiento auditivo lento. 
  • Descartar o invalidar a alguien autista. (Por ejemplo decir, “Eres demasiado social para tener autismo” o incluso “¡No puedo creer que tengas autismo!).
  • Suponer que dos personas deberían ser amigas solo porque ambas están en el espectro.
  • Tratar a alguien como si fuera mucho más joven de lo que es.
  • Referirse al autismo como si fuera una patología o una enfermedad. (Comentarios del tipo: “No sabía que sufrías de autismo”.
  • Descartar a alguien después de informar o restar importancia a la validez del autismo. (Decir cosas como, “Todo el mundo está en el espectro, probablemente yo también).

Las microagresiones pueden ser indirectas. Los profesionales también reciben comentarios, los cuales son degradantes tanto para el profesional como para las personas autistas, tales como “Estás haciendo el trabajo de Dios” o “Eres maravilloso por dedicarte a este tipo de trabajos”. Los padres reciben también comentarios ofensivos como, “Siento muchísimo que tu hijo tenga ese diagnóstico”.

Incluso cuando una persona piensa que está siendo comprensiva y empática cuando dicen y hacen cosas como estas, este tipo de comentarios pueden ser tomados de maneras muy diferentes dependiendo de las diferentes experiencias que haya tenido esa persona. Sé que esto es un tema complejo y difícil, pero es por eso que es sumamente importante para todos nosotros pensar con mucho cuidado las palabras que decimos, el significado que pretendemos, y cómo pueden ser malinterpretados por alguien más.